Comprendiendo la perspectiva UX8 min read

Comprendiendo la perspectiva UX

Lejos de lo que el común de la gente podría llegar a pensar, el término UX es mucho más antiguo que el propio Internet. 

Para comprender su origen, debemos remontarnos a los años de la Revolución Industrial. Esto es así puesto que gracias a los avances tecnológicos de los siglos XIX y XX, cuando los hombres de negocios comenzaron a encontrar la manera de mejorar sus procesos de trabajo (optimizando sus tiempos de producción), allí comenzaron a aparecer los primeros esbozos en el mundo de lo que hoy conocemos como UX.

De esta manera, podemos encontrar algunos casos paradigmáticos. Tal es así como los casos de Frederick Winslow o Henry Ford. Por entonces, ya existía cierta preocupación por investigar y mejorar el proceso de producción, puesto que esto se relacionaba directamente con la interacción de los trabajadores y sus elementos de trabajo.

Dadas las condiciones, encontramos que la práctica de realizar investigaciones para encontrar soluciones en un entorno de producción fue perfeccionándose con el tiempo. Fue de esta manera que se llegó a adquirir una metodología que pudo aplicarse en base a experiencias previas (como fue en el caso de Ford), para adaptarlas a nuevas situaciones.

Esta sucesión de estudios y modificaciones en los procesos de trabajo, al final del día, terminaron por desencadenar una conclusión que daría pie a todo lo que hoy conocemos: cuando la experiencia de uso de un producto aumenta, lo hace también la productividad.

¿Qué es la perspectiva UX y para qué sirve?

Aplicar la perspectiva de la experiencia de usuario a los productos que ofrezcamos, sirve para aumentar la calidad del mismo en tanto tomemos al usuario final como el punto más importante en nuestra producción.

Básicamente, UX es el proceso que realiza un usuario al interactuar con un producto (ya sea una web, un dispositivo, un programa, etcétera). Y el resultado de este proceso será la percepción que el usuario tenga de nuestra oferta. Lógicamente, esta percepción puede ser positiva o negativa, y de ella dependerá prácticamente todo el éxito de nuestro emprendimiento.

No se puede hablar de experiencia de usuario sin mencionar al diseño. En sí, el diseño UX es simplemente una forma de diseñar. Su objetivo es crear productos (o artefactos) que resuelvan necesidades concretas de los usuarios finales. De esta manera se podrá conseguir el mayor grado de satisfacción posible, lo cual, por consiguiente, llevará a la mejor experiencia de uso que se pueda alcanzar. Todo esto debe hacerse siguiendo una premisa superior: el usuario debe realizar el menor esfuerzo posible.

Fases de desarrollo con perspectiva UX

Es así que entonces debemos entender al diseño UX como un proceso que se debe realizar para mejorar la satisfacción del usuario frente al producto final. El modo de hacerlo es aplicar el uso de ciertas disciplinas, tales como accesibilidad, usabilidad, diseño de interacción, arquitectura de la información, entre otras (aunque siendo estas las más importantes).

Como todo proceso, está constituido por fases. Y encontramos que son las siguientes:

  1. Investigación: que es el momento en el cual se debe obtener la mayor cantidad de información posible, tanto del producto a desarrollar, como de los usuarios finales, como de los clientes que nos lo han encargado (si es que el caso aplica)
  1. Organización: en esta etapa se deben recopilar los datos anteriormente obtenidos, y deben combinarse con el proceso artístico que los signará de aquí en más.
  1. Diseño: es, sencillamente, la etapa de look and feel. Básicamente aquí lo que se debe hacer es pasar de una situación abstracta hacia una estancia más concreta del avance del desarrollo.
  1. Prueba: como su nombre lo dice, lo que debemos hacer en este momento es realizar todas las pruebas posibles, tanto con usuarios seleccionados para esta evaluación previa. La idea, en este momento, es validar que se hayan cumpliementado las expectativas de ambos.

Conociendo los procesos del diseño UX

Para llevar a cabo un buen desarrollo UX, es necesario tomar en consideración una serie de factores que serán cruciales para garantizar una buena experiencia. Y son los que mencionaremos a continuación:

UI: Interfaz de Usuario

Antes de comenzar a hablar de UI, es necesario comprender el significado de la palabra “interfaz”. Básicamente, una interfaz es una herramienta que tiene la capacidad de conectar dos sistemas (por ejemplo, un usuario y un teléfono móvil). 

Su función es posibilitar la interacción, siendo funcional a los objetivos planteados, y cubriendo las necesidades que se haya propuesto desde el principio del plan de negocios.

De este modo podemos inferir que se trata de un conjunto de elementos gráficos (tales como los botones, los menús, los banners o los formularios, entre muchos otros) que ayudan al usuario a interactuar mejor con el producto.

Como tal, para que una UI se considere de excelente calidad, debe ser prácticamente “imperceptible” para el usuario.

Esto nos lleva a pensar automáticamente en la definición de Diseño UI. En síntesis, se trata de las técnicas empleadas para crear interfaces que tengan la capacidad de conectar usuarios y productos. Una vez más aquí encontramos una premisa sumamente importante: respecto al diseño UX (como componente de la perspectiva UX) primero está la usabilidad, luego la estética (o el diseño, como tal).

IxD: el Diseño de Interacción

Este tipo de diseño es el que hace foco en el momento en el cual el usuario interactúa con el producto. Básicamente podríamos decir que constituye, en primera instancia, a la estructura y el comportamiento de los sistemas interactivos.

Su función principal es crear la estructura de interacción, dándole comportamiento al sistema recién mencionado. Por ejemplo, es lo que encontramos al momento de presionar el botón de un menú… la pregunta que responde el diseño de interacción sería “¿cómo debe comportarse ese menú?”.

AI: Arquitectura de la información

Se trata de los estudios que deben realizarse en relación a cómo deberá organizarse la información expuesta en el producto final. El objetivo de la arquitectura será ayudar a los usuarios finales a, justamente, poder encontrar y manipular esa información.

Dicho con otras palabras, podríamos entender a la arquitectura de la información como el diseño estructural del contenido del producto que estamos desarrollando.

Este punto es sumamente importante desde la perspectiva UX. Básicamente, llevar a cabo una buena arquitectura de la información, a nivel visual, será una garantía de que nuestro producto será bien comprendido por los usuarios finales.

Usabilidad

Este ítem se refiere a todas las técnicas que pueden emplearse para ayudar a las personas a realizar las tareas que deseen en los entornos gráficos disponibles. 

En sí, la usabilidad en la perspectiva UX sirve para ayudar a que las tareas que como usuarios vayamos a realizar, sean lo más fáciles y sencillas posibles. Lo que la usabilidad plantea es analizar la conducta humana, de forma que sea más fácil proyectar el uso del objeto y establecer los pasos necesarios para ejecutar la tarea de la forma más eficaz y eficiente posible.

En este sentido, la usabilidad puede entenderse como una medida. Precisamente, lo que mide es la facilidad con la cual podemos usar un producto para alcanzar un objetivo concreto.

Principios de usabilidad

Como tal, la usabilidad consta de una serie de principios, los cuales deben contemplarse independientemente para garantizar la mejor experiencia posible. Y son los que mencionaremos a continuación:

  • Se debe informar todo acerca de lo que está pasando. Puede hacerse mediante ayudas, pop ups, avisándole al usuario por qué se equivocó (si es que lo hizo), etcétera.
  • Hay que hablar en el lenguaje que el usuario lo hace. No nos referimos al idioma, sino a que debe establecerse una contextualización para poder comunicarse eficientemente. Básicamente, el lenguaje que utilice el producto debe ser simple y sencillo, pero contextualizado.
  • Se debe otorgar libertad de uso. Dicho de otra manera, no hay que abusar estando todo el tiempo molestando al usuario con indicaciones y pasos a seguir.
  • El usuario debe sentir en todo momento que es él quien está llevando el control de todo lo que ocurre al momento de interactuar con el producto.
  • El producto debe demostrar consistencia. Es decir, por ejemplo, que deben utilizarse los mismos colores, el mismo tipo de formularios, las pestañas deben ser idénticas, etcétera.
  • Para garantizar una correcta usabilidad se deben seguir ciertos patrones de diseño (manual gráfico o manual de identidad).
  • El uso debe ser sumamente fácil para usuarios inexpertos, y, a su vez, debe garantizar facilidad, atajos y aceleradores para los usuarios que cuenten con experticia en el producto.
  • El diseño debe ser sumamente estético, y, al mismo tiempo, minimalista. Esto hace referencia directamente a aquél dicho que reza que “menos es más”.

De este modo hemos tenido un breve acercamiento a la perspectiva UX. Lógicamente, como es de esperarse, se trata de un mundo tremendamente amplio, el cual está compuesto, a su vez, por otras disciplinas, las cuales podrás conocer ahondando en nuestro blog.